Sincretismo digital


¿Alguien alguna vez se preguntó adonde van los archivos que se borran de una PC? ¿Quedan dando vueltas dentro del CPU en forma de vaya a saber que partículas? ¿Van a otra dimensión, a otro nivel digital? Además, ¿hay vida más allá del disco rígido o memoria?
Se supo de gente que pudo reecontrarse con viejos archivos borrados y eso fue a través de una práctica que se llama "archivismo”. Una sesión de archivismo se realiza a través de un medium, preferentemente de profesión programador. Recomiendan que las personas que participen no sean ni escépticas ni temerosas, ya que pueden complicar la sesión.

Se citan en un lugar tranquilo y silencioso, donde las luces se puedan atenuar. De hecho, la mesa se ilumina solo con las linternas de los celulares. El tablero de ouija está en un pad grande y se mueven sobre él, claro, con un mouse. El horario ideal para realizarlo no es a la medianoche, es alrededor de las 18 hs, horario que parece ser muy importante para los archivos. Y si lo analizamos bien, algo de eso es verdad: el atardecer suele ser el momento donde los programas se cierran misteriosamente, haciéndonos perder todo lo trabajado en un archivo. O al archivo mismo.

Se sientan todos en círculo, se baja la luz, se silencian los celulares. Se deja una notebook prendida pero sin conexión a Internet, donde también se verán las señales del archivo invocado. Todos se toman las manos y comienzan con la oración al Santo Ordenador. El médium comienza con las preguntas, que previamente le han citado los participantes. Por ejemplo: “Banner_fundacion_final_final_finalenserio.psd, nos reunimos esta noche porque esperamos recibir una señal de tu presencia. Siéntete bienvenido a nuestro círculo y únetenos cuando estés listo. Haz que el antivirus comience a funcionar si eres realmente Banner_fundacion_final_final_finalenserio.psd ”. De esta manera, y junto al pad ouija, se pueden ir conociendo distintas respuestas y dejar tranquilos a los antiguos dueños de los archivos.

Por último la sesión debe cerrarse con un agradecimiento y cantando todos juntos “Los pixeles vienen marchando”

De todas maneras, aclaro que en mi caso, prefiero despedirme de ellos de una vez y para siempre, sabiendo que en su existencia sus buenos servicios me habrán prestado y que ahora es tiempo de soltarlos, para que al fin puedan descansar sus bytes en paz.
Andrea M. Leiva


Octubre 2016

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